La conectividad es un valor esencial a tener en cuenta en el mundo integrado en que cada día nos insertamos más; deben existir mecanismos que la garanticen a través, entre otras cosas, del acceso a las tecnologías de la información y comunicación. Ello a su vez facilitará desarrollar empleo y una economía local resiliente preparada para amortiguar la llegada de los desafíos
que se presentan en los próximos años. A su vez, los procesos de producción como las prácticas de consumo deben ir en sintonía con las prácticas respetuosas para con el medio y las cuestiones sociales, fomentando la cooperación entre los diferentes actores sociales para la innovación en los diferentes ámbitos económicos y sociales.